En una montaña rusa, J está tensa, sujetándose con fuerza mientras el vagón, inclinado, sube lentamente. La espera acaba, el viento da en la cara, expira lentamente, y los pulmones se vuelven a llenar de nuevo aire.
> Ya está, ha acabado < Se dice J.
En ese momento se da cuenta de que el desconocido del asiento de al lado tenía su mano encima de la suya. Se miran, J aparta rápidamente los ojos de él pero aprieta su mano con fuerza.
-¿Cómo te llamas?- J rompe el hielo.
-Stan.
-Yo soy Jenny.
Los dos bajan del vagón y mientras van bajando las escaleras Stan interrumpe el silencio.
-¿Subimos otra vez?
Se miran. J sonríe.
-Claro.
2 comentarios:
yo también volvería a subir :-)
Bonita entrada ;)
Te leo, ya sabees.
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