19 de marzo de 2011

Un sabor dulce en la boca

Jade estaba en una esquina de su clase, cerca de la ventana. Afuera hacía mucho viento y las hojas de los árboles zarandeaban haciéndo un pequeño murmullo sin conseguir despegarse de sus ramas mientras que el sol acariciaba las hojas haciéndo que cualquier persona que viese esta escena le venga un sabor dulce en la boca, como si fuese un caramelo.
Jade estaba mirando por la escena y saboreando en su boca un caramelo dulce de su imaginación. Sus compañeros ruidosos ni notaban su presencia, o más bien, ella no notaba la presencia de nadie; solo la de ella misma.
Se fijo en el cielo, y, fijandote bien se podía ver un poco la luna, sí ahí, en el otro extremo en el que esta el sol (aunque fuese de día la luna seguía estando ahí, casi transparente pero aun visible). Se acordó de la noche y la manta de estrellas que lo cubren. De repente, como un coche sin frenos, le llego a la mente el recuerdo de sus ojos tan brillantes como esas estrellas, sus labios moviéndose; hablando. Le estaba contando lo que le había pasado al cruzar la calle, pero en su recuerdo estaba mudo aunque sus labios siguiesen hablando. Como en la tele cuando le das al botón mute, no se oye nada pero aprecias las expresiones que hace la gente cuando habla. Con esto igual. Podía fijarse aun más en los pequeños detalles, en la ceja derecha que levantaba cuando iba a hacer alguna pregunta, en que cuando se le caía el flequillo en la cara, hacía un gesto muy propio de él para apartarselo de la cara. En todos esos gestos que traía sin cuidado, que por muy mínimos que fuesen, seguirían en sus recuerdos sintiéndose la persona más afortunada del mundo...

-¡Señorita Jade!- la chica tardó apensa dos segundos para volverse en sí. Eso le hizo darse cuenta de que ahora que empezaba la escuela tardaría bastante en volverle a ver, pero le daba igual, si nadie le quitaba sus recuerdos, estaba feliz- ¿Está usted comiendo algo?Ya sabe que tomar caramelos en horas de estudio esta extrictamente prohibido...


1 comentario:

Diego el lobo dijo...

que arte para escribir amor!